El Domingo se ha abierto al público el Mirador y la Plaza Nueva de Mojácar
Con un único punto en el orden del día, el Ayuntamiento de Mojácar ha celebrado un pleno extraordinario con el que se cumplimentaban todos los trámites legales para la ocupación y puesta en servicio del mirador de la Plaza Nueva de Mojácar.
En consideración al incremento de visitantes a la localidad por motivo de las vacaciones de Semana Santa y de la apertura de la temporada turística, se procede, a través de éste pleno, a la recepción de las obras y a la ocupación efectiva del mirador sin el acto formal de recepción.
Con el informe jurídico y técnico favorable a la recepción y tras su aprobación con los votos del Partido Popular y del Concejal Lucas Mayo, el próximo domingo se procederá a abrir al público la Plaza Nueva y a normalizar el tráfico del casco antiguo de Mojácar.
Tras la remodelación, la Plaza Nueva de Mojácar tiene una superficie de 531 metros cuadrados. Esta terminada en mármol de Macael abujardado, en tonos tierra, buscando la continuidad visual y en consonancia cromática con el espectacular paisaje de fondo.
Dispone de escaleras y rampa de acceso, además de un ascensor que comunicará con las dependencias municipales, único elemento edificable, con cerramiento en vidrio y que se instalará en la segunda fase de las obras, cuando se proceda a la terminación de las oficinas del Consistorio.
La intervención que se ha realizado en la plaza ha estado encaminada principalmente a permitir la adaptación funcional y mejorar la accesibilidad del mirador.
Las obras de demolición y construcción de estructura de la Plaza Nueva de Mojácar y de las nuevas instalaciones del Ayuntamiento de la localidad es una de las actuaciones más importantes en el pueblo de Mojácar emprendidas en los últimos años.
Los primeros datos de la que hoy llamamos Plaza Nueva, se remontan al siglo XVI, aunque la primera construcción, tal y como la conocemos ahora, se realizó en 1969, realizando bajo ella un edificio que albergó diferentes servicios municipales.
Tras numerosas intervenciones y por problemas estructurales en el inmueble, se decidió construirlo nuevamente, ya con las últimas técnicas arquitectónicas que garantizaban la seguridad y se devolvía la utilidad de su espacio interior.
La Plaza Nueva y su mirador se abre al público, sólo a falta de parte del mobiliario urbano que se irá instalando a lo largo de estos días, recobrando la normalidad de las tertulias, de las terrazas abiertas y del bullicio de los visitantes disfrutando de las incomparables vistas.