El escritor Ben Clark recita sus poesías en Mojácar
“No todos los poetas están muertos”. Con esta afirmación comenzaba, el escritor Ben Clark, un recital de poesía en el Instituto “Rey Alabez” de Mojácar y que ofreció a los alumnos de 4º de la E.S.O.
Ben Clatk, se encuentra en Mojácar, en la Fundación Valparaíso, becado por el Ayuntamiento de Mojácar dentro del programa conjunto del Consistorio con ésta Fundación y en el que artistas de todo el mundo vienen a Mojácar a desarrollar su trabajo durante dos semanas.
Los becados durante su estancia, a través de la Concejalía de Cultura, realizan alguna actividad en la que interactúan con diferentes sectores de la población de Mojácar, principalmente jóvenes y que permite a los vecinos de esta localidad acercarse a las ultimas tendencias en el mundo del arte.
Los estudiantes, en la clase de literatura previa al encuentro con el poeta, habían tenido la oportunidad de conocer su biografía y su obra. En concreto uno de sus poemas llamado “El regreso”. Un primer contacto con la vanguardia de la poesía actual de la que Clark es un claro exponente.
Poemas en prosa que fueron recitados y elegidos por el propio poeta entre su numerosa obra y que consiguieron captar la atención de los más de treinta jóvenes asistentes con edades comprendidas entre los 15 y 16 años.
Ben Clark, escritor español de origen británico, vive en Ibiza y ha sido merecedor de numerosos premios literarios entre los que destacan el Premio Hiperión, el VII Premio Nacional de Poesía Joven Felix Grande, el IV Premio de Poesía Joven RNE y el Premio Ciutat de Palma Joan Alcover.
Ha sido becario de creación literaria en la Fundación Antonio Gala, en The Hawthornden Castle International Retreat for Writers, de Escocia y en The Château de Lavigny International Writers’ Residence, Suiza.
Es traductor de importantes obras literarias, columnista y colaborador de conocidos periódicos, actividad que compagina con ser uno de los poetas actuales más reconocidos.
Una experiencia de gran valor, a través de la cual y de la mano del joven poeta, los alumnos del Instituto de Mojácar han podido comprobar que la poesía no tiene por qué ser aburrida ni añosa.