Mojácar celebra el Día Internacional del Libro con una divertida propuesta a vecinos y visitantes.
Con motivo del Día Internacional del Libro, el Ayuntamiento de Mojácar, a través de su área de Turismo y para celebrar un día tan señalado, ha realizado, por segundo año consecutivo, el juego “Busca tu libro” en el que han participado activamente los visitantes que esta mañana, divertidos, encontraban la posibilidad de encontrar los 10 vales escondidos estratégicamente en los lugares más emblemáticos o de mayor interés del pueblo.
Los afortunados, debían canjear estos vales en la Oficina de Turismo de Mojácar y elegir su libro entre una selección que, para la ocasión, los técnicos de turismo municipales, ponían a su disposición.
No se ha hecho esperar el resultado de la búsqueda y el primer vale ha sido encontrado al filo de las 10 de las mañana por un visitante segoviano, que ha elegido, de entre los libros que se le han ofrecido , la Guía de los Pueblos más bonitos de España. Poco después una pareja de San Sebastián se mostraba muy contentos al hallar el vale que les ha valido para llevarse a casa la Guía Patrimonial del Levante Almeriense.
Una niña alicantina encontraba su vale en el letrero de entrada a la Oficina de Turismo, vale que había pasado desapercibido para docenas de turistas que, como ella, ya habían visitado estas dependencias municipales sin percatarse que lo tenían tan cerca. La joven lectora ha elegido “Las Leyendas Mojaqueras” y ha marchado feliz junto a su abuela y su madre.
La celebración del día del Libro en Mojácar, ha sido una excelente oportunidad para recorrer el pueblo, disfrutar de sus vistas y de paso celebrar un acontecimiento cultural como es el día del libro en un entorno tan propicio como Mojácar.
Estos diez libros ofrecidos por el Ayuntamiento de Mojácar, servirán como recuerdo de este día y de su visita a la localidad; viajará a lugares como Segovia, San Sebastián o Alicante entre otros puntos de nuestra geografía, también recorrerán muchos kilómetros y vendrán a reposar en estanterías de Rusia o Polonia. Para la literatura, no hay distancia ni fronteras