Mojácar consolida la celebración de las fiestas de cuartillas tras su recuperación
Se ha celebrado este fin de semana en Mojácar las fiestas patronales de la barriada de Cuartillas, en honor a San Antonio, que cumple este año su segunda edición tras 70 años de interrupción.
La iniciativa de los vecinos de Cuartillas de recuperar la memoria de los festejos en honor a su Patrón, ha tenido en este año 2017 la continuidad y la mejora que se propusieron los hijos y nietos de aquellos antiguos vecinos que se vieron obligados a abandonar su casa y sus tierras en busca de una vida mejor.
Sin apenas testimonio gráfico, las fiestas se recuperan a golpe de memoria de los más ancianos del lugar que aún recuerdan sus vivencias en esos días tan especiales.
Este año, ha tenido su homenaje especial Pedro Grima Flores, quien a sus 76 años nunca abandonó Cuartillas, resistiendo el duro envite de la postguerra y de las duras condiciones de vida de aquellos años.
Al día de hoy Pedro Grima sigue cuidando de su tierra y de su casa. Testigo de cómo su barrio se quedó prácticamente abandonado y, aparentemente ajeno al paso del tiempo, continúa con sus labores, ahora sí, viendo con satisfacción cómo resurge y vuelve a cobrar vida su Cuartillas de siempre.
Para este año se ha incorporado la feria del medio día con una paella gigante que dio para las más de 300 personas, entre vecinos y visitantes, que se acercaron a pasar el día festivo en la popular pedanía.
Otra de las novedades, en la Misa, fue la bendición de los panes y su posterior reparto entre los feligreses.
Y como no podía faltar, la actuación del grupo Alma Andaluza y baile hasta la madrugada.
La ilusión y el empuje con que el pasado año vecinos de Cuartillas comenzaron la andadura de recuperar costumbres y tradiciones del lugar, ya han dado sus frutos con la reciente creación de su propia Asociación.
Entre sus primeros pasos figura como principal objetivo la recuperación de su ermita. Para ello surgen las ideas y las iniciativas para recaudar fondos que les permita materializar un deseo que es común a todos los vecinos.